También llamados moluscos bivalvos por estar protegidos con dos conchas (o valvas). Su frescura viene dada por varios factores:
- Sus conchas deben estar enteras y brillantes.
- En su interior deben contener agua clara y de buen olor.
- En la mano debemos notar un peso relativo.
- Su sonido al chocar no debe ser hueco.
- Las conchas deben estar muy cerradas o ligeramente abiertas, pero nunca abiertas del todo.
Los moluscos bivalvos más comunes en nuestros mercados son: Chirlas, tellinas, almejas, navajas, berberechos, zamburiñas, vieiras y ostras.
Chirlas:
Con poco interés culinario, ya que tienen poco sabor y poca carne. Aconsejo no comprarlas congeladas, pues no sabemos cómo habrá sido su limpieza. Suelen servirse como complemento de algunos platos como paella, fideuá, sopa de marisco, caldereta de pescado, etc.
Limpieza y preparación: Meter las chirlas en un bol con agua muy fría (reservada 24 horas en la nevera, para que se enfríe y pierda el cloro) con 2 cucharadas de sal fina marina por cada ½ litro. Dejarlas en remojo en la nevera mínimo 12 horas, para que se vayan abriendo y perdiendo la arena interior. A la hora de cocinarlas, tenemos que tener en cuenta que las chirlas se cocinan en 1 minuto a más 100º, por lo que las añadiremos justo antes de terminar el plato que estemos preparando.
Tellinas:
También conocidas como coquinas. Aconsejo no comprarlas congeladas, pues no sabemos cómo habrá sido su limpieza. Suelen servirse como aperitivo cocinándolas a la plancha y regándolas con un ajillo.
Limpieza y preparación: Meter las tellinas en un bol con agua muy fría (reservada 24 horas en la nevera, para que se enfríe y pierda el cloro) con 2 cucharadas de sal fina marina por cada ½ litro. Dejarlas en remojo en la nevera mínimo 8 horas, para que se vayan abriendo y perdiendo la arena interior. A la hora de cocinarlas, las elaboraremos a la plancha hasta que se abran y regaremos con el ajillo justo antes de servirlas.
Almejas:
Muy apreciadas comercialmente por su sabor y la textura de su carne. Se recomienda no comprarlas congeladas, pues no sabemos cómo habrá sido su limpieza. Suelen servirse como elemento principal (a la marinera, a la brasa, al ajillo, en crudo, etc.) o como complemento de algunos platos (paella, fideuá, sopa de marisco, caldereta de pescado, etc.). Las más comunes en nuestros mercados son: Fina (conocida “como almeja de carril” para consumirlas en crudo con limón o a la brasa, pues son las de más calidad), rubia (de mucha calidad, para cocinar en salsa o la brasa), babosa (en salsa o como guarnición) y japónica (normalmente se utilizan como guarnición).
Limpieza y preparación: Meter las almejas en un bol con agua muy fría (reservarda 24 horas en la nevera, para que se enfríe y pierda el cloro) con 2 cucharadas de sal fina marina por cada ½ litro. Dejarlas en remojo en la nevera mínimo 18 horas, para que se vayan abriendo y perdiendo la arena interior. A la hora de cocinarlas, sea como sea su preparación, las retiraremos del fuego en cuanto se abran las almejas. Si las fuéramos a consumir en crudo, las compraremos vivas muy frescas y después de limpiarlas, las abriremos cortando con una putilla sus “callos” o “cierres” que están situados en los laterales interiores de la concha de las almejas.
Navajas:
Marisco muy apreciado en las costas españolas. Existe otra especie muy parecida llamada lonqueiron cuya concha en totalmente recta, aunque su sabor y textura son muy parecidos. Suelen servirse como ración cocinándolas a la plancha y regándolas con un ajillo.
Limpieza y preparación: Meter las navajas en un bol, en posición vertical, con agua muy fría (reservada 24 horas en la nevera, para que se enfríe y pierda el cloro) con 2 cucharadas de sal fina marina por cada ½ litro. Dejarlas en remojo en la nevera mínimo 12 horas, para que se vayan abriendo y perdiendo la arena interior. A la hora de cocinarlas, las elaboraremos a la plancha hasta que se abran y las retiraremos 30 segundos después, ya que si las cocináramos más tiempo se quedarían gomosas. Antes de servirlas, cortar con una tijera un pequeño apéndice con una parte muy oscura, ya que es el estómago y su sabor es muy amargo y terroso. Regarlas con el ajillo u otra salsa justo antes de servirlas.
Berberechos:
En fresco con poco interés comercial, pero no por eso exentos de sabor. Aconsejo no comprarlos congelados, pues no sabemos cómo habrá sido su limpieza. Los podemos reconocer fácilmente por que su concha presenta unos surcos verticales muy marcados. Suelen servirse a la brasa (regados con un ajillo) o bien en conserva.
Limpieza y preparación: Meter los berberechos en un bol con agua muy fría (reservada 24 horas en la nevera, para que se enfríe y pierda el cloro) con 2 cucharadas de sal fina marina por cada ½ litro. Dejarlos en remojo en la nevera mínimo 18 horas, para que se vayan abriendo y perdiendo la arena interior. A la hora de cocinarlos, los elaboraremos a la plancha hasta que se abran y regarlos con el ajillo u otra salsa justo antes de servirlos.
Zamburiñas:
Más apreciadas en el norte de España, pero ya se pueden encontrar en el resto del país. Las podemos comprar congeladas pues no pierden a penas calidad. Suelen servirse como elemento principal (rellenas, gratinadas, en salsa, etc.) o como complemento de algunos platos (sopa de marisco, caldereta de pescado, etc.).
Limpieza y preparación: Abrir la concha haciendo palanca con una puntilla, tirar la concha superior y retirar la bolsa con tierra, con las manos o con un cuchillo pequeño. Despegar las zamburiñas de la concha con cuidado, lavarlas muy bien y volver a colocarlas sobre ésta. A la hora de cocinarlas debemos tener en cuenta que se cocinan en 1 minuto con calor directo o en 2 minutos con calor indirecto (zamburiñas rellenas tipo “tigres”).
Vieiras:
Más apreciadas que las zamburiñas. Las podemos comprar congeladas pues no pierden a penas calidad. Suelen servirse como elemento principal: rellenas, gratinadas, en salsa, en crudo como sashimi, etc.
Limpieza y preparación: Abrir la concha haciendo palanca con una puntilla, tirar la concha superior y retirar la bolsa con tierra, con las manos o con un cuchillo pequeño. Despegar las vieiras de la concha con cuidado, lavarlas muy bien y volver a colocarlas sobre ésta. A la hora de cocinarlas debemos tener en cuenta que se cocinan en 2 ó 3 minutos con calor directo o en 3 ó 4 minutos con calor indirecto (Vieiras rellenas tipo “tigres”).
Ostras:
Es uno de los mariscos consumidos en crudo más valorados culinariamente hablando. Las ostras salvajes recogidas manualmente tienen más sabor y mejor textura, pero son bastante más caras que las de criadero. Las de mejor calidad son las planas de grosor 000, pero son excesivamente caras y las más consumidas por ser más baratas con una calidad aceptable, son las francesas huecas de grosor especial. También se pueden consumir cocinadas pero yo no lo aconsejo.
Limpieza y preparación: Cubrir la mano izquierda (en caso de ser diestro) con un trapo grueso y sujetar la ostra dejando la parte más angulosa de ésta al aire. Colocar la punta de un cuchillo especial para abrir ostras (también llamado abridor) por el único hueco que veremos y con mucho cuidado ir presionando hasta que se introduzca el cuchillo. Después, pasar el abridor de ostras a lo ancho del interior de toda la concha, para retirar todos los “callos” o “cierres” de ésta. Tirar la concha superior y despegar la ostra con una puntilla o cuchillo pequeño. Servir las ostras inmediatamente en una bandeja sobre hielo pilé y acompañarlas con rodajas de limón.
Mejillones:
Muy consumidos en prácticamente todo el mundo por ser muy baratos y muy carnosos. Los podemos comprar congelados para evitarnos trabajo (pero se nota la baja calidad), aunque también se pueden comprar cocidos envasados al vacío, pues conservan todas sus propiedades pero se eleva el precio. Suelen servirse como elemento principal (a la marinera, al vapor, al ajillo, tigres, etc.) o como complemento de algunos platos (paella, fideuá, sopa de marisco, caldereta de pescado, etc.). Los más comunes en nuestros mercados son: Gallego o de la ría (lo podemos reconocer por las estrías en la concha y se suelen consumir al vapor con limón o a la marinera, pues son los de más calidad) y mediterráneo o rubio (para cocinar en salsa marinera, como tigres o como guarnición).
Limpieza y preparación: Coger el mejillón con la mano izquierda (en caso de ser diestro), raspar la concha fuertemente con un cuchillo de untar y retirar el biso (filamentos con forma de pelos que sobresalen de la concha) pinzándolo con el cuchillo y el pulgar y tirando hacia la parte más angulosa de la concha. Por último, lavar muy bien los mejillones con agua fría. Si viéramos algún mejillón abierto golpearlo ligeramente en la concha para que se cierre, pero en caso de no hacerlo tirar el mejillón pues está muerto. Para cocinarlos al vapor, introducirlos en una cazuela ancha (una vez limpios) sin agua, colocar la tapa y calentar a fuego fuerte. Cuando rompa a hervir, destapar, remover, volver a tapar y cocinar 30 segundos más. Si fuéramos a cocinarlos de otra manera, tener en cuenta que se cocinan en 1 ó 2 minutos.